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viernes, 30 de septiembre de 2011

POEMAS. 33º POEMAS. LIBRO DE POEMAS "CORPOREIDAD DE LA LUZ", EDITORIAL EDICIONES IDEA. 2007,




II

mi cuerpo

:
espacio
donde existías
antes de tu llegada;

único lugar
donde siempre tú
y la posibilidad de la vida.


Libro de poemas "Corporeidad de la Luz".
Editorial Ediciones Idea, 2008.

POEMAS. 32º POEMAS. LIBRO DE POEMAS "CORPOREIDAD DE LA LUZ", EDITORIAL EDICIONES IDEA. 2007,


I

tu cuerpo:

espacio;

húmeda gruta
que aún gotea
callada sobre el tiempo;

este mástil de aire
sobre el que aún sobrevivo.

Libro de poemas "Corporeidad de la Luz".
Editorial Ediciones Idea, 2008.

RELATOS A GLO. RELATO: DEMASIADO TARDE.




I

bajaba por las viejas escaleras de sus neuronas; a orillas de sus párpados encontraba un pequeño castillo de piedra: era su cuerpo,

que se alzaba, impávido, ante la materia.

pertenecía a una estirpe social de hombres pobres; ese era el legado que ostentaba: el único.
día a día,

había emergido entre las calles para volver insistentemente a la lucha: no era algo personal; no le quedaba otra salida.

solía viajar alrededor de la materia en busca de un trozo de pan: varias veces retornaba a casa con las manos vacías;

el día,
a veces,
se tornaba duro.

le gustaba regalar parte de los botines que ganaba en cada una de sus guerras: la sonrisa; y en algunas ocasiones, no cabía en su cuerpo, y la desbordaba por los ojos.

vivía
sólo
,
en las prisiones de su cuerpo; azotando cada uno de los rincones de la memoria:
esconderse del mundo, acobardarse al borde de un cigarro, huir... era todo lo que hacía.
hoy era un día especial. le habían invitado a seguir en la vida; donde encontraría todas las razones por las que dejar de existir.

en sus círculos sociales era uno más de los destacados: lo sabía, y obraba en consecuencia.
en cualquier momento, sabía que no podría dejar de contener más esa situación, y que se le escaparía de las manos. sin embargo, luchar era lo único que sabía, y no iba a dejar de hacerlo: aunque fuese lo último que hiciese.

para no desfallecer, todos los días invadía la calle, con los brazos en aspas y entre los dientes metal, a pugnar, otra vez más, por un trozo de dignidad;

cada vez, sabía que tenía menos capacidad de maniobra.

intentó volver a existir,
pero no puedo;
era demasiado tarde:
el mundo
poco
era
ya
todos los dominios

- las puertas del infierno están abiertas, de par en par:

cualquier mortal lo sabe.

lo único que hace falta para traspasarla
es
haber gastado
hasta el último resquicio que te queda
de vida -
.


Libro de relatos "Relatos a Glo".
Editorial Ediciones Idea, 2007.