Entrevista a Ana Rossetti
Ana Rossetti, San Fernando de
Cádiz, 1950. Pertenece al grupo de escritores del ochenta, los mismos que recibieron la
influencia inmediata de los novísimos, inclinándose por dar una nueva respuesta
estética a los problemas del culturalismo, introduciendo nuevas propuestas
cargadas de referentes eróticos transgresores y de unas imágenes profundas y
directas. Con "Los devaneos de Erato" en 1980 recibió el Premio
Gules. En 1985, Ana Rossetti fue galardonada con el Premio Internacional de
Poesía Rey Juan Carlos I, por la obra "Devocionario". En narrativa,
Ana Rossetti ha cultivado la novela, el relato y la literatura infantil. Su
espíritu inconformista la ha llevado a explorar incluso el teatro y la música.
Con "Alevosías", la escritora Ana Rossetti recibió el Premio La
Sonrisa Vertical de Novela Erótica en 1991. Su último libro "Cuentos
apropiados" es una colección de cuentos que ve la luz este año y que será
presentada en el marco del III Encuentro Nacional de las Artes y de las Letras
del Mediterráneo - Almería 2014.
1.- ¿Qué razón o
motivo te llevó a escribir por primera vez?
-Mi primera “obra”, fue “El
milagro de las rosas”, una adaptación teatral de la leyenda de Santa Casilda.
La escribí, la dirigí y formé parte de ella (como figurante) en el escenario
del colegio. Tenía ocho años, por lo que no recuerdo mucho no solamente el
porqué, si no cómo tuve el valor de sacarla adelante, pues yo era muy tímida.
2.- Cuando abordas el
proceso creativo, ¿por qué decides inclinarte más hacia la estética y el
culturalismo más que hacia otras tendencias?
-Yo no decido. Yo escribo cómo mejor sé. A veces tardo años
en dar con la forma expresiva necesaria para comunicar lo que quiero. Si
observas en las fechas de publicación, mis poemarios están muy espaciados.
3.- De una manera
implícita o, en cierta forma, manifiesta, ¿cuál es aquel recuerdo de la
infancia que más sueles evocar en tus libros? ¿Por qué?
- Es una fantasía. Pensaba en tener un armario con cuerpos
diferentes e irlos usando según me pareciese a ver qué pasaba. La ambigüedad
identitaria, la suplantación incluso, es algo que se repite a lo largo de mis
escritos.
4.-
“Cuentos apropiados” es tu segundo libro de cuentos, ¿qué motivo te indujo a
escribir un nuevo libro y cambiar, en cierto modo, de género?
Yo
escribo muchos cuentos, de hecho mi primer premio literario fue de cuentos
precisamente, el Puente Zuazo. Lo que pasa es que mucho están en recopilaciones
y antologías colectivas. También escribo cuentos para los libros de lectura de
Santillana. Como volúmenes propios tengo:
Alevosías, Una mano de santos y Recuentos, que son una compilación de mi
producción hasta ese momento.
5.- En el inicio del
libro, aparece una dedicatoria. “Gabriel, Amara, Nur: no me
olvidéis”, ¿la sucesión de los cuentos tienen algo que ver con
ellos?.
- No. A ellos los he puesto por orden de edad, simplemente y
el orden de los cuentos obedece a una propuesta de lectura.
6.-
La vida, la muerte, la soledad, el vacío, la ruptura del hogar, el miedo al
cambio... contrasta quizás con tus propuestas poéticas. En narrativa, ¿sueles
utilizar el formato prosaico para establecer tu contrato con la realidad?
-Si has leído mi “Punto Umbrío”, verás cuánta desolación hay
en él. Lo mismo en poemas que formarán parte del libro que llevo años
preparando, pero que se han ido publicando en revistas, hablo del bombardeo de
Bagdad, del feminicidio en Ciudad Juárez, de la travesía de las pateras… La
poesía no es lo bonito, sino lo que nos asalta. Y lo que nos asalta a menudo
nos hiere.
7.- Sé que a lo mejor
puede ser un poco prematuro, pero me inquieta. Después de este apasionante
libro de hadas y princesas, ¿tienes a la vista algún proyecto inminente?
-Este año salen tres libros más: Una antología bilingüe de
poesía: Incessant beauty, un libro de mitología para público infantil con un
título por definir todavía y un álbum ilustrado con el dibujante Carlos Pan:
Panabcdario.
Perfil
poético del invitado:
“Un muelle inservible en el desván,
un océano de lágrimas comprimido al borde de los párpados...”, sus ojos, sus
labios advirtiendo azul unas pupilas. Su voz es el espíritu inquebrantable de
la mujer de hoy, de ayer y del mañana, que se alza incombustible sobre el
universo, atisbando un rincón donde poder habitar, vislumbrando un lugar donde
poder florecer una vez más. Sólo el recuerdo exacto de sus versos o la cadencia
latente de sus párrafos nos advierte que volvemos al lugar exacto donde una vez
nos encontramos.
Guillermo de Jorge, Diario de Almería, 2014.
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