COLABORACIÓN MENSUAL EN PRENSA. ARTÍCULO EN EL PERIÓDICO EL DÍA, COLUMNA "LA SUMA DE LOS DÍAS", DE GUILLERMO DE JORGE.

El precio de un ser humano

En estos momentos, las Islas Canarias están sufriendo una de las crisis migratorias más importantes de las últimas décadas con un registro de cerca de veinte mil personas migrantes llegadas el año pasado, vía marítima. Esta situación se ha agudizado por la virulencia con que la pandemia ha atacado a los tejidos básicos sociales y económicos de las Islas, junto con la publicación del Real Decreto que estableció el Estado de Alarma y también como parte de las   consecuencias que se han derivado en el continente africano, uno de los más afectados.

La trata y el tráfico de personas reviste muchas formas diferentes. Es dinámica y adaptable y, al igual que otras tantas formas de actividad delictiva, cambia constantemente a fin de burlar la labor de prevención de los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Las respuestas a los problemas también evolucionan con rapidez, en particular desde que las Naciones Unidas adoptaron en noviembre de 2000 una definición internacionalmente acordada. Cada día aparecen nuevos métodos de prevenir, investigar y combatir el delito de la trata y del tráfico de personas y las maneras más efectivas de proteger y prestar asistencia a las víctimas de ese delito. La cooperación internacional es crucial para el éxito de la mayoría de las intervenciones contra la trata y el tráfico de seres humanos. Y debe cobrar un nuevo impulso y desarrollar nuevos mecanismos de cooperación. Y el objetivo que debe mover esas sinergias deben ser los mismos fines que el Protocolo contemplado en la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, denominado “Protocolo contra la trata de personas” (resolución 55/25, anexo II, de la Asamblea General), y que no son otros que prevenir y combatir la trata de personas, proteger y ayudar a las víctimas, y promover la cooperación internacional.

 

Para abordar el tráfico de personas que sufren las Islas Canarias convida a una solución, con el control de la inmigración y de las fronteras, aplicando coercitivamente la ley a los traficantes de personas, acopiando información y amparados por el Poder Judicial, así como acatando la Legislación nacional e internacional y apoyando los mecanismos habilitados al efecto por la Diplomacia Internacional. Es fundamental que se mejoren la infraestructuras actuales y sus estrategias, creando un plan de contingencia para poder articular los servicios sociales y humanitarios imprescindibles, además de la atención médica y psicológica necesaria para dar una respuesta real, a un problema real. 

Es por ello, que es necesario articular una gestión financiera práctica, con información pública y transparente, para la gestión de la crisis, con la capacitación de personal y medios a los CFSE y con una praxis en la comunicación que repercuta en las percepciones y opiniones del público. Desarrollando un plan de comunicación, pedagógico, de integración y convivencia, dirigido a la ciudadanía, en lo que se refiere al control de la migración, las diferencias étnicas y nacionales, la prostitución, el exceso o/y escasez de mano de obra, las normas culturales relativas a los cuidados infantiles, al trato dado a la mujer, la corrupción, y todo tipo de delincuencia organizada relacionada con los migrantes, no dando pie a la apología del racismo ni de la xenofobia, rechazando cualquier tipo de manifestación de odio, discriminación y no dando espacio para alimentar el conflicto social o étnico.

Quizás, es por ello, que nos apremia a dar respuesta a esta situación de forma inmediata, articulando todos los actores públicos y sociales para erradicar una lacra que nos arroja, al menos, 2.170 inmigrantes que han perdido la vida el año año pasado, en su intento de llegar a España por mar, lo que implicar a seis muertos diarios y un 143% más de las víctimas registradas en el 2019.

Guillermo de Jorge